Fueron (o pudieron ser) responsables de generar ese cambio de perspectiva con relación a la escena local.
Por una serie de motivos que no voy a comentar aquí, decidí abandonar el trabajo de grado en el que estuve (valga la redundancia) trabajando durante los últimos meses, relacionado con el análisis del rock colombiano en el nuevo milenio (concretamente entre 1999 y 2014) desde los discursos que proponen algunas de sus canciones más emblemáticas. Eso no quiere decir que abandone la investigación, pues hasta donde llegué estaba ofreciendo unos resultados muy interesantes. Simplemente no será un trabajo académico como era hasta el momento.
Ahora que lo veo, fue raro de mi parte elegir ese tema para una monografia. No tanto por la parte del rock, sino por la parte de “colombiano”. Resulta una ironía cruel haber empezado la universidad con un desdén abierto hacia el rock nacional y rematar la carrera con ese tipo de trabajo. Cuando me di cuenta de esa metamorfosis hace dos años pensaba al principio que era algo así como un acto de condescendencia hacia las bandas que tenia la “desgracia” de cruzarme en Radionica, Radioacktiva o en los shows de teloneros de los grupos internacionales. Con el paso del tiempo (y ayudado por el trabajo de grado) me di cuenta que eso no era cierto.
En realidad lo que pasó fue que le había “cogido el tiro” a lo que hacían (y hacen) muchas las bandas colombianas, así como comprendí lo importante que era tomarme en serio su material y verlo desde una postura más critica y menos arrodillada. De una u otra forma me di cuenta del buen momento por el que está pasando la música nacional (con todo y sus problemas estructurales) y sentí de un tiempo para acá que podía tomarme más en serio a muchas de esas bandas, fuesen antiguas o recientes. Aunque todavía no estoy tan habituado como debería a reseñar discos colombianos, espero ponerme al día con los posts del caso lo más pronto posible. O al menos ratificarlo en los posts, pues realmente música colombiana si he escuchado bastante este año.
Decidí dar el primer paso con un listado de 10 canciones que, haciendo memoria, fueron (o pudieron ser) responsables de producir a lo largo de los años ese cambio de perspectiva con relación a la escena local. Con la gran mayoría desarrollé una relación de “gusto culpable” durante muchos años. Unas pocas si puedo decir que genuinamente me gustaron desde la primera escucha. Lo que busco con estas canciones realmente es contar la historia de como terminé pasando de escuchar solo rock en ingles (o sea, “el de verdad”) a mi situación actual.
1. El Sie7e – Ileso
2. La Derecha – Ay Que Dolor
3. The Mills – Amor Depredador
4. The Hall Effect – Trip Dog
5. Superlitio – Viernes Otra Vez
6. Telebit – Androides
Esa noche en el Festival SOMA también conocí a Telebit. Antes de esa noche no tenia ni idea de ellos. En realidad todavía no muchos sabían del grupo, pues la rotación en Radionica se dio varios meses después de ese concierto. Recuerdo que entre mis anotaciones de esa época los vi como una mezcla entre The Killers y Placebo, tomando muy en cuenta esta canción. Tenia cierta oscuridad pero a la vez un sello muy personal en vivo, sin caer en una copia simplona. Solo vine a saber su nombre cuando la escuché en Radionica, y si bien no puedo decir que a raíz de eso me hice un seguidor incondicional de ellos, si debo admitir que fue un primer aviso para decir que en el rock colombiano los tiempos estaban cambiando.
7. Estados Alterados – El Velo
Por muchos motivos, Estados Alterados se convirtió en mi grupo colombiano favorito entre todos los que existen. Primero, los descubrí por mi cuenta, no fue cosa de la radio o recomendación de algún amigo. Segundo, han dejado clarisimo desde siempre en Colombia que aun respetando sus influencias es posible hacer música autentica, Y tercero, tienen “El Velo”, que con toda seguridad es mi favorita del rock colombiano. ¿El motivo? Que fue el primer tema que consideré “bueno” por méritos propios y no por ser una canción “made in Colombia”.
8. Hora Local – La chica de Chernobyl
Entre ese ejemplo preliminar de Estados Alterados y leer el libro ‘Rock Colombiano 100 Discos 50 Años’ el cambio era una realidad. Empecé a mirar con otros ojos la música colombiana (animado también por lo que ya ocurría con los grupos nuevos) y fui buscando grupos que se acercaran más a mi gusto por el post punk. Así conocí “La chica de Chernobyl” de Hora Local, inspirada en la Movida Madrileña y en la tragedia nuclear. No fue tanto la canción en si misma lo que llamó mi atención (aun cuando resiste bien el paso del tiempo) sino el hecho de saber que en Colombia hubo al menos un grupo que se le midió al post punk.
9. Vina Lynch – Furia
Cuando todavía escuchaba radio con regularidad, una noche me topé con esta canción. No sabia de quien era ni como se llamaba, pero esa forma de alternar teclados y guitarras en el coro me tomó desprevenido. Pensaba que era un grupo mexicano o algo así, pero por Radionica me vine a enterar que era un nuevo grupo llamado Vina Lynch. Durante meses estuve escuchándola admirado y esperando más de eso. La espera duró hasta que lanzaron otra canción llamada “Iris”, pero sonaba muy blanda, sin ese ímpetu que me cautivó la primera vez. Desde entonces les perdí la pista, y la verdad tampoco me interesé mucho en seguirla. Hace poco escuché el EP que lanzaron en el 2013 y aunque tenia alguna canción interesante, no tenia esa capacidad de impacto que demostraron con “Furia”. A lo mejor fue error mio creer que esa sola canción podía definirlos.
10. Árbol de Ojos – Tal Vez
Para cerrar, el primer sencillo que lanzó alguna vez Árbol De Ojos. Lo curioso es que no conocí la canción por la radio sino en vivo. A la banda si la había escuchado en Radiónica por “No Soy De Confiar”, pero la verdad no me gustaba que sonaran tan pulidos en estudio. Luego de eso pude verlos abriéndole a Los Bunkers. Esa noche arrancaron con “Tal Vez” y automáticamente se ganaron un seguidor con esa forma en que los teclados y las dos guitarras se juntaban haciendo locuras juntos. En esa época no lo sabia, pero tenían un margen de mejora impresionante.