
Unos encararon situaciones sociales concretas, otros eligieron una mirada cotidiana y el resto impactó porque se lo propuso sin seguir esas reglas.
Suele ser costumbre que Latinoamerica (vista como los países de México hasta Argentina y la ex-metrópoli España) deje sensaciones muy positivas año tras año con el material discográfico que aparece. Más allá de la cosa con “Despacito” y sus secuelas, en este 2017 hubo una especie de salto adelante entre los actos más vinculados a lo alternativo (entendido hoy, supongo, como todo lo que no se relacione con el “urbano”), en particular porque varios grupos decidieron dar un paso al frente y establecer un dialogo con nuestra perspectiva frente al presente que nos toca vivir. Unos encararon situaciones sociales, políticas, económicas y culturales concretas; otros eligieron una mirada cotidiana, varios más se pusieron en un termino medio y el resto impactó porque se lo propuso sin seguir esas reglas.
Los Amigos Invisibles – El Paradise

Es debatible si es su álbum más ambicioso hasta la fecha (no es como que se reserven nada cuando graban, normalmente) pero da la sensación de que nunca antes Los Amigos Invisibles se habían concentrado tanto en lo que se refiere a juntar sonido e imagen con la fuerza que se percibe en ‘El Paradise’. A lo largo de sus 17 canciones dejan ver que su exploración de los ritmos latinos se pasa más que nunca por el filtro anglo y el de los sintetizadores, a lo que se suma la experiencia acumulada de tipos con tanto tiempo en el negocio. Casi que se siente uno en Vice City o una escena de Scarface escuchándolo. Así de retro es. Lo bueno es que incluso con esos delirios gringos de por medio el resultado es bastante satisfactorio. Recomendable “Sabrina”, donde colabora Oscar D’ Leon.
10. Caloncho – Bálsamo

Siendo todavía fiel a esa mirada indie pop tan personal, Caloncho decide bajar las revoluciones en ‘Bálsamo’ y evocar en un extremo incursiones con el bolero en la canción titular, y en el otro una onda más inocente y tranquila en temas como “Equipo”. Seguramente no es el mejor de sus trabajos, y hasta puede ser un álbum de transición hacía otra dirección creativa, pero hay suficiente valor en él para destacarlo.

Cuarteto madrileño fascinado con las formas siniestras del post punk (no se preocupen, no será el único que consiguió abrirse lugar en esta lista), lanzaron su segundo EP ‘Zigurat’ como un abrebocas del que será su primer largo. Y qué abrebocas, pues la mística propia del gótico se apodera de la situación sin reparos en los cuatro temas que lo conforman. Bastante recomendados, y ojala que los deje con la misma expectativa que a nosotros frente a su debut largo.
8. Havalina – Muerdesombra

Me produce algo de vergüenza reconocer que apenas hasta ahora se de la existencia de esta agrupación madrileña. Es el tipo de banda que debería conocer desde siempre y sin embargo hasta hace muy poco en realidad me topé con ‘Muerdesombra’, donde su fascinación por bandas como The Smashing Pumpkins o The Cure es llevada al limite entre guitarras contundentes y momentos donde los teclados o la pedalera de efectos añaden esas texturas tan atractivas de temas como “Malditos Mamíferos” o “Nacidos De La Bruma”.
7. Sexy Zebras – La Polla

El año de la consagración para los españoles Sexy Zebras fue finalmente este. Tras una serie de discos donde no terminaban de decidirse entre hacer neo punk o un hard rock cercano al de Guns N’ Roses o los primeros Manic Street Preachers, finalmente encontraron la respuesta (una combinación explosiva de ambas cosas) en ‘La Polla’, un álbum con guitarras a tope y una que otra palabrota para no perder la costumbre. Inflamable y poderoso en “Yeah”, “Sexo Y Marihuana” o “Mami”, demuestra de igual manera que pueden ser engañosamente melódicos en la memorable “Quiero Follar Contigo”.

Tras terminar la reunión de todos los miembros que formaron parte de la banda a lo largo de su historia con la grabación del EP ‘Poderoso’, Claudio Valenzuela retomó las cosas por donde las había dejado con Eduardo Caces y Cote Foncea, se exigió como nunca antes para grabar el mejor álbum pos
ible y así surge ‘Magnético’. Es autoreferencial en muchos sentidos, pero al mismo tiempo plantea una nueva ruptura hacía un sonido más cercano que nunca al de The Cure. Todo el disco en si mismo es magnífico, pero “Por Amor” bien vale como único y mejor argumento posible para incluirlo en la lista.
5. Juana Molina – Halo

No muy lejos de ese minimalismo atrapante de Feist, Juana Molina es un caso único. Del desprecio al que se sometió por hacer vanguardia en una Argentina donde los rolingas eran la ley (y para rematar siendo más conocida por su carrera previa como actriz) hizo callo hasta que la sensibilidad de toda Latinoamerica estuvo finalmente alineada con la suya propia y pudo aceptar su música. En ‘Halo’ simplemente reafirma que estuvo en lo cierto desde el primer día.



Particular trilogía la que termina con ‘La Lucha’, el tercer álbum de La Vida Boheme. De las guitarras del debut a una amplitud notable del espectro en el tremendo ‘Será’, ahora con esta placa distorsionan su propia obra previa hasta volverla un todo donde las tremendas letras de Henry D’Arthenay se articulan con momentos instrumentales impecables que exploran lo latino y los logros de gente como Radiohead en ‘Kid A’. Se han confirmado como uno de los nombres grandes del rock en español en toda su historia, y han plasmado uno de esos trabajos que como hiciesen en su momento Los Fabulosos Cadillacs o Molotov, describen el sentimiento de todo un país pero al mismo tiempo sirven de espejo para toda Latinoamerica.
